Espiritualidad, Oraciones

La Comunión Espiritual

A veces nos encontramos ante el Señor sacramentado y pasamos momentos de aridez, sin percibir su voz ni llegar a decirle nada. ¿Qué hacer?

A veces nos encontramos ante el Señor sacramentado y pasamos momentos de aridez, sin percibir su voz ni llegar a decirle nada. ¿Qué hacer? He aquí una manera excelente de ocupar parte del tiempo en las visitas al Santísimo: hacer una comunión espiritual.

Llamamos comunión sacramental el recibir el cuerpo de Cristo bajo las especies eucarísticas en la Misa o fuera de ella. Es este un momento inefable de unión e intimidad con Dios, por cierto el momento (o el acontecimiento) mÔs importante del día o de la semana.

Pero resulta que ademÔs podemos encontrarnos con Nuestro Señor haciendo una comunión espiritual que podrÔ tener tanto o hasta mayor fruto que la misma comunión eucarística, dependiendo del fervor con que uno se empeñe y de la liberalidad de Dios.

La comunión sacramental se puede recibir hasta dos veces por día, si la segunda vez que comulgo lo hago participando de una Misa, según estipula el Código de Derecho Canónico, canon 917.

En cambio, la comunión espiritual puedo hacerla en todo momento, en cualquier lugar, tantas veces cuantas quiera.

¿En qué consiste la comunión espiritual?

San Alfonso MarĆ­a de Ligorio nos lo explica muy claramente: ā€œconsiste en el deseo de recibir a JesĆŗs Sacramentado y en darle un amoroso abrazo, como si ya lo hubiĆ©ramos recibidoā€.
Esta devoción es mucho mÔs provechosa de lo que se piensa y muy fÔcil de realizar.

ā€œOh JesĆŗs mĆ­o, creo que estas presente en el SantĆ­simo Sacramento, te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Ya que ahora no puedo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti, No permitas, SeƱor, que vuelva jamĆ”s a abandonarte. AmĆ©nā€

Pero cada uno pude meditar y realizar la comunión espiritual sin necesidad de acogerse a una receta específica, aunque para que sea bien hecha, se recomienda que se haga:

Un acto de fe en la Eucaristƭa (creo que estƔs presente en la Eucaristƭa);
Un acto de amor (te amo sobre todas las cosas)
Un acto de deseo (deseo recibirte en mi alma).

Por fin, un pedido: (ven espiritualmente a mi corazón, permanece en mí y haz que nunca te abandone). Cuantas veces pensamos y hasta soñamos con cosas que queremos o que nos gustan. Es un imperativo de nuestro ser racional y volitivo. ¿Y cómo no vamos a tener en vista esa presencia tan benéfica que es, ademÔs, prenda de vida eterna?
Puede decirse que la comunión espiritual es un termómetro de nuestra fe y de nuestro amor a la Eucaristía. Y si no teníamos claro la factibilidad de esta prÔctica devocional, se comprende que no hayamos recurrido a ella; pero una vez que hemos comprendido cuÔn beneficiosa es para el alma, no tenemos mÔs que hacerla parte de nuestros hÔbitos cotidianos.
Dice JesĆŗs en el Evangelio que es preciso ā€œorar en todo tiempo y no desfallecerā€ (Lc. 18, 1). La comunión espiritual es una forma excelente de oración que estĆ” siempre a nuestro alcance.ā€œEcclesia de EucharistĆ­aā€ es el tĆ­tulo de una encĆ­clica del beato Juan Pablo II. ā€œLa Iglesia vive de la EucaristĆ­aā€ y sin ella no puede existir. De forma real o virtual, debemos comulgar siempre con el SeƱor. La EucaristĆ­a fue hecha para los cristianos y los cristianos para la EucaristĆ­a.

Un pagano como el centurión romano (Mt. 8, 5-17) vivió la experiencia de la comunión espiritual cuando dijo: ā€œSeƱor, yo no soy digno de que entres en mi casa pero decid una sola palabraā€¦ā€. La comunión con el MesĆ­as, a travĆ©s de un acto de fe, de esperanza y de amor, obtuvo su conversión y la cura de su siervo.

Creer, desear y adorar… Ā”ya es comulgar!

Por el P. Rafael Ibarguren EP

Comentarios

Misiones

Las ceremonias presenciales se realizaron en Quito, Guayaquil, Cuenca y Machala. En cada ciudad la alegría de las familias se dejaba notar por su fe y devoción.

febrero 27, 2022

«La consagración a la Virgen consiste en que el hombre se dé a ella. Y, ya que él puede realizar en sí de alguna manera las virtudes que en Ella refulgen, darse a la Madre de Dios es para el hombre procurar imitarla y también servirla. El conocimiento de Nuestra Señora, la admiración por Nuestra Señora, la imitación y el servicio de Nuestra Señora son los elementos integrantes de esta completa consagración a Nuestra Señora que queremos verdaderamente realizar.»
Plinio CorrĆŖa de Oliveira

Con esta disposición de alma se consagraron cientos de personas a Jesucristo la Sabiduría eterna y encarnada por las manos de María Santísima. Algo inédito. Después de una preparación virtual, los participantes pudieron realizar su consagración presencialmente.

Las ceremonias presenciales se realizaron en Quito, Guayaquil, Cuenca y Machala. En cada ciudad la alegría de las familias se dejaba notar por su fe y devoción.

Si usted fue una de las personas que participó de la Eucaristía presencial, hÔganos saber en qué ciudad y deje sus comentarios.

Espiritualidad

El MiƩrcoles de Ceniza inician los cuarenta dƭas que anteceden a la Semana Santa, cuando la Iglesia nos habla de la necesidad del ayuno y de la penitencia .

abril 18, 2022

El MiĆ©rcoles de Ceniza inician los cuarenta dĆ­as que anteceden a la Semana Santa, cuando la Iglesia nos habla de la necesidad del ayuno y de la penitencia como medios para mejor combatir los vicios, por la mortificación del cuerpo, y propiciar la elevación de la mente a Dios. De forma convincente, la liturgia del MiĆ©rcoles de Ceniza nos recuerda tambiĆ©n nuestra condición de mortales: ā€œRecuerda, hombre, que eres polvo y al polvo has de volverā€, dice una de las dos fórmulas usadas por la Iglesia para la imposición de las cenizas.

La consideración del pasaje de esta vida para la eternidad muchas veces nos inquieta. Entretanto, tal pensamiento es altamente benĆ©fico para compenetrarnos de la necesidad de evitar el pecado que, sin el arrepentimiento y el inmerecido perdón, podrĆ” cerrarnos, para siempre, las puertas del Cielo: ā€œRecuerda tu fin, y jamĆ”s pecarĆ”sā€ (Eclo 7, 40).

En su segunda carta a los Corintios, San Pablo nos incentiva a vivir en la gracia de Dios: ā€œEn nombre de Cristo, os rogamos: Ā”reconciliaos con Dios!ā€ (II Cor, 5, 20). Y con toda razón, pues el pecado nos aleja de Dios, tornando necesaria nuestra reconciliación con Ɖl. Solo la Adorable Sangre de Dios tendrĆ­a mĆ©rito infinito para redimir el pecado original y las ofensas cometidas por los hombres, desde AdĆ”n y Eva.

La Encarnación de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, con su Pasión y Muerte en la cruz, fue el medio escogido para restituir a la humanidad caprichosa la plena amistad con Dios. Si Jesús no hubiese asumido sobre sí la deuda contraída por nuestros pecados, imposible sería nuestra reconciliación con Dios y tendríamos para siempre cerradas las puertas del Cielo.

La Cuaresma es tambiĆ©n tiempo de oración, cuya esencia, enseƱa el Catecismo, es la ā€œelevación de la mente a Diosā€.

Así, es posible a cualquiera permanecer en oración inclusive durante los actos comunes de la vida, realizÔndolos con el espíritu dirigido al Cielo. Por tanto, para rezar no es preciso tomar la actitud descarada y orgullosa de los fariseos. Debemos, al contrario, ser discretos en las manifestaciones externas de nuestra piedad particular, evitando gestos o palabras que pongan en realce nuestra propia persona.

Pero si a pesar de eso, nuestra devoción es notada por los otros, no debemos perturbarnos, tranquilicĆ©monos con esta enseƱanza de San AgustĆ­n: ā€œNo hay pecado en ser visto por los hombres, pero sĆ­ en proceder con la finalidad de por ellos ser vistoā€.

La Iglesia nos presenta, por tanto, el espíritu con que se debe vivir la Cuaresma: no hacer buenas obras con vistas a obtener la aprobación de los otros, no ceder al orgullo ni a la vanidad, sino procurar en todo agradar solamente a Dios.

En el ayuno, en la oración o en la prĆ”ctica de cualquier buena obra, no se puede erigir como fin Ćŗltimo el beneficio que de ahĆ­ pueda venirnos, pero sĆ­ la gloria de Aquel que nos creó. Pues todo cuanto es nuestro -excepción hecha de las imperfecciones, miserias y pecados- pertenece a Dios. Y tambiĆ©n nuestros mĆ©ritos, pues es el propio JesĆŗs quien afirma: Ā”ā€œSin MĆ­, nada podĆ©is hacerā€! (Jn 15, 5).

AsĆ­, si tenemos la gracia de practicar un acto bueno, debemos inmediatamente reportarlo al Creador, restituyĆ©ndole los mĆ©ritos, pues estos le pertenecen, y no a nosotros. ā€œQuien se gloria, glorĆ­ese en el SeƱorā€ (I Cor 1, 31), nos advierte el Apóstol.

Santa Teresa de JesĆŗs asĆ­ define la humildad: ā€œDios es la suma verdad, y la humildad consiste en andar en la verdad, pues de gran importancia es no ver cosa buena en sĆ­ mismo, pero sĆ­ la miseria y la nadaā€.

Reconozcamos los beneficios que Dios nos da y por ellos rindƔmosle gracias, no colocƔndonos jamƔs como objeto de esa alabanza, juzgando ser nosotros la fuente de cualquier virtud o cualidad.

En esta Cuaresma, busquemos, mĆ”s aĆŗn que la mortificación corporal, aceptar la invitación que el Evangelio sabiamente nos hace, combatiendo el orgullo con todas nuestras fuerzas. Solo estarĆ”n a la derecha de Nuestro SeƱor Jesucristo, en el dĆ­a del Juicio Final, aquellos que hubieren vencido al orgullo y al egoĆ­smo, reconociendo que ā€œtodo don precioso y toda dĆ”diva perfecta viene de lo altoā€ (St 1, 17).

Destacados, Oraciones

Nuestra Señora, que siempre oye las súplicas confiadas de sus hijos, ella misma se le aparece en persona entregÔndole una bolsa de llena de monedas.

junio 17, 2022

Historia de la devoción a Nuestra Señora del Buen Remedio

Hacia finales del siglo XII, el nĆŗmero de cristianos que eran prisioneros y esclavizados por los moros era enorme y Dios, en su Providencia Divina quiso que se fundara una orden religiosa cuyos miembros seĀ  entregaran a rescatar a aquellos cautivos.

Para llevar a cabo esta noble misión, eran necesarias grandes sumas de dinero. Con este objetivo, hacia el año de 1193, San Juan de Mata y San Félix de Valois, fundan en Francia la Orden de la Santísima Trinidad poniéndola bajo la protección de la Santísima Virgen.

Cuenta la tradición de la Orden Trinitaria, que viéndose San Juan de Mata en graves apuros económicos para el rescate de cautivos, acudió al auxilio de la Madre de Dios. Y Nuestra Señora, que siempre oye las súplicas confiadas de sus hijos, ella misma se le aparece en persona entregÔndole una bolsa de llena de monedas, con las que San Juan de Mata pudo comprar millares de cautivos y luego darles la libertad en tierras cristianas.

Como señal de gratitud, pasaron a honrar a la Madre de Dios bajo el título de Nuestra Señora del Buen Remedio. Desde entonces, incontables fieles piden a la Madre del Buen Remedio ayuda de modo especial en sus necesidades económicas.

Nuestra SeƱora del Buen Remedio

Novena a Nuestra SeƱora del Buen Remedio

Oh Reina del Cielo y de la Tierra, SantĆ­sima Virgen, nosotros te veneramos, Vos sois la Hija Bien Amada del Dios AltĆ­simo, la Madre elegida por el Verbo Encarnado, la Inmaculada Esposa del EspĆ­ritu Santo, el Sagrado Vaso de la AltĆ­sima Trinidad.

Oh Madre del Divino Redentor, que, bajo el titulo de Nuestra Señora del Buen Remedio vienes en ayuda de todos los que te llaman, extended a nosotros vuestra protección maternal. Dependemos de Vos, Oh querida Madre, como hijos sin ayuda y necesitados dependen de madre tierna y cuidadosa.

Dios te salve MarĆ­a…

Nuestra Señora del Buen Remedio, fuente de ayuda inefable, permitid que podamos retirar de vuestro tesoro de gracias, en nuestro tiempo de necesidad, todo lo que necesitamos. Tocad los corazones de los pecadores, a fin de que puedan buscar la reconciliación y el perdón.

Confortad a los afligidos y a los solitarios, ayudad a los pobres y a los que perdieron la esperanza; ayudad a los enfermos y a los que sufren. Puedan ellos ser curados del cuerpo y alma, y fortalecidos en espíritu para soportar sus sufrimientos con paciente resignación y fortaleza cristiana.

Dios te salve MarĆ­a…

Querida SeƱora del Buen Remedio, fuente de ayuda infalible, vuestro Corazón compasivo conoce el remedio para toda aflicción y miseria que encontramos en la vida. Ayudadnos con vuestras oraciones e intersección a encontrar remedio para nuestros problemas y necesidades, especialmente para…

(Colocar aquí la intención).

De Nuestra parte, Oh amorosa Madre, nosotros nos comprometemos a un estilo de vida mÔs intensamente cristiano, a una observancia mÔs cuidadosa de las leyes de Dios, a ser mÔs conscientes en cumplir las obligaciones de nuestro estado de vida, y a esforzarnos para ser instrumentos de salvación en este mundo arruinado.

Querida Señora del Buen Remedio, estéis siempre presente junto a nosotros, y a través de vuestra intersección, podamos gozar de salud de cuerpo, de paz de espíritu y crecer en la Fe y en el amor a vuestro Hijo Jesús.

Dios te salve MarĆ­a…

Rogad por nosotros, Oh Madre del Buen Remedio.

Para que podamos profundizar nuestra dedicación a vuestro Hijo, y reavivar en el mundo su Espíritu.

Ā 

Oración

Oh Dios que por medio de la Virgen Marƭa ofreciste el remedio a los hombres, concƩdenos experimentar su patrocinio en todas las necesidades, y alcanzar los gozos eternos. Por Cristo Nuestro SeƱor.
AmƩn.

Destacados, MarĆ­a SantĆ­sima

El Ć­cono es rico en detalles y a cada uno de ellos es atribuido un significado, una simbologĆ­a, un mensaje.

junio 27, 2022

Aparentemente es un simple cuadro de una mÔs de las innúmeras devociones a la Santa Madre de Dios, pero si nos detenemos en sus detalles, veremos que la imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro estÔ llena de simbolismos y significados.

Midiendo 53 por 41,5 centĆ­metros el Ć­cono fue producido en el estilo bizantino en madera sobre un fondo dorado.

En la Ʃpoca en que la obra fue ejecutada, durante el Imperio Romano, los artistas utilizaban el oro o simplemente su color para retratar solo las grandes personalidades.

Según la tradición el cuadro fue pintado por un artista hasta hoy desconocido que, a su vez, se inspiró en una pintura atribuida a San Lucas.

El Ć­cono es rico en detalles y a cada uno de ellos es atribuido un significado, una simbologĆ­a, un mensaje.

Significado del Cuadro

He aquĆ­ algunos de esos detalles:

  1.  Abreviación griega de «Madre de Dios».
  2. Estrella en el velo de María, la Estrella que nos guía en el mar de la vida hasta el puerto de la salvación.
  3. Abreviatura de «ArcÔngel San Miguel».
  4. Corona de Oro – El cuadro original fue coronado en 1867 en agradecimiento de los muchos milagros hechos por Nuestra SeƱora; se tituló Ā«Perpetuo SocorroĀ».
  5. Abreviatura de «ArcÔngel San Gabriel».
  6. San Miguel presenta la lanza, la vara con la esponja y el cƔliz de las amarguras.
  7. La boca de María es pequeñita, para guardar silencio, y evitar las palabras inútiles.
  8. San Gabriel con la cruz y los clavos, instrumentos de la muerte de JesĆŗs.

  9. Los ojos de MarĆ­a, grandes, dirigidos siempre para nosotros, a fin de ver todas nuestras necesidades.

10 – TĆŗnica roja, distintivo de las vĆ­rgenes en el tiempo de Nuestra SeƱora.

11 – Abreviación de Ā«JesucristoĀ».

12 – Las manos de JesĆŗs apoyadas en la mano de MarĆ­a, significando que por ella nos vienen todas las gracias.

13 – Manto azul, emblema de las madres en aquella Ć©poca. MarĆ­a es la Virgen – Madre de Dios.

14 – La mano izquierda de MarĆ­a sustentando JesĆŗs – la mano del consuelo que MarĆ­a extiende a todos los que a ella recurren en las luchas de la vida.

15 – La sandalia desatada – sĆ­mbolo tal vez de un pecador unido todavĆ­a a JesĆŗs por un hilo -el Ćŗltimo-, la devoción a Nuestra SeƱora.

El fondo del cuadro es de oro, de Ʃl brillan reflejos cambiantes, matizando las ropas y simbolizando la gloria del paraƭso a donde iremos, llevados por el perpetuo socorro de Marƭa.

Asustado por la aparición de los dos Ć”ngeles, mostrĆ”ndole los instrumentos de su muerte, JesĆŗs corre para los brazos de su Madre, y con tanta prisa que se desató el cordón de la sandalia… Nuestra SeƱora lo abriga con ternura y el NiƱo JesĆŗs se siente seguro en los brazos de su Madre.Ā 

La mirada de Nuestra SeƱora no se dirige al niƱo, sino a nosotros – pidiendo a los hombres que eviten el pecado, causa del susto y la muerte de JesĆŗs. Las manos de JesĆŗs estĆ”n en la mano de MarĆ­a para recordar que Ella es la Medianera de todas las gracias.

Por Emilio Portugal Coutinho

Alabada, amada, invocada, bendita seas por siempre, ”oh Virgen del Perpetuo Socorro!, esperanza mía, amor mío, Madre mía, felicidad y vida mía.
AsĆ­ sea.

Los Caballeros de la Virgen, constituyen una Asociación Internacional de Derecho Pontificio fundada por Monseñor João ClÔ Dias, EP.
Si desea contactarse con nosotros, envĆ­enos un mensaje.