«La consagración a la Virgen consiste en que el hombre se dé a ella. Y, ya que él puede realizar en sí de alguna manera las virtudes que en Ella refulgen, darse a la Madre de Dios es para el hombre procurar imitarla y también servirla. El conocimiento de Nuestra Señora, la admiración por Nuestra Señora, la imitación y el servicio de Nuestra Señora son los elementos integrantes de esta completa consagración a Nuestra Señora que queremos verdaderamente realizar.»Plinio Corrêa de Oliveira
Con esta disposición de alma se consagraron cientos de personas a Jesucristo la Sabiduría eterna y encarnada por las manos de María Santísima. Algo inédito. Después de una preparación virtual, los participantes pudieron realizar su consagración presencialmente.
Las ceremonias presenciales se realizaron en Quito, Guayaquil, Cuenca y Machala. En cada ciudad la alegría de las familias se dejaba notar por su fe y devoción.
Si usted fue una de las personas que participó de la Eucaristía presencial, háganos saber en qué ciudad y deje sus comentarios.